La apuesta ferretera de Barracas Carlos Herrera

//La apuesta ferretera de Barracas Carlos Herrera

Carlos Herrera es una empresa ya tradicional dentro del rubro de la construcción. Durante los últimos años, la firma ha crecido rápidamente, lo que ha provocado que deba profesionalizar su estructura y asesorarse con profesionales externos.

De comprar chatarra en los años 50 a ser una de las más importantes del sector. La barraca Carlos Herrera ha vivido una serie de cambios que la han transformado de a poco en un actor no sólo relevante sino consolidado dentro de la industria. Hoy la firma familiar sigue – a pesar de las dificultades del negocio de la construcción – dirigiéndose hacia una profesionalización cada vez más profunda y asentando el trabajo realizado en los últimos años.

Los orígenes de la empresa remonta al emprendimiento de su fundador, Carlos Herrera, quien a los 18 años comenzó en la compra de chatarra.

Luego, junto a su mujer en la década de los 50 constituyeron una pequeña barraca en la que capitalizaron el trabajo y la inversión hecha hasta ese momento.

En los últimos años el negocio ha crecido de manera considerable y se ha hecho notar. “Estábamos trabajando con una estructura muy familiar aún, habíamos crecido muy rápido,” indica Claudia Herrera, Christian Pedraza, gerente comercial, además de dos asesores externos: un contralor y un abogando. Aunque no está constituida como un directorio y poco son una sociedad anónima, según explica Herrera, “estamos prácticamente como un directorio. Una vez a la semana, con reuniones de trabajo ininterrumpidas en los cuales nos asesoramos con gente externa.” A pesar de esto aclara no hay una fecha estipulada para formalizar el directorio.

No obstante, hoy además poseen otro tipo de asesorías, como abogados, expertos tributarios y contadores externos a la empresa. Un ejemplo de esto es que se han tenido que desarrollar encuestas externas, ya que por el tamaño que ha adquirido el proyecto, se ha hecho cada vez más complicado llegar al cliente interno.

EL NEGOCIO Y SUS PROYECCIONES

A pesar de su incesante crecimiento la sociedad sigue siendo un 100% una empresa de capitales familiares. Un 50% para los tres hermanos que conforman la segunda generación en el proyecto y la madre de ellos, con el 50% restante. Hasta el fallecimiento de Carlos Herrera, la firma empleaba aproximadamente a 80 personas. Actualmente son cerca de 250 trabajadores los que integran la compañía en Santiago y aproximadamente 40 en regiones.

Durante los últimos años la empresa además ha vivido un periodo de expansión y han ingresado al negocio de las ferreterías al comprar en Copiapó Ferretería Maipú el 2011 y luego 2012, invirtiendo en una sucursal en Concepcion. El año 2012 la firma facturó cerca de US$70 millones y para ese ejercicio, si bien en un comienzo se planteó una cifra de crecimiento cercana al 13% la ejecutiva indica que, con lo errático que ha sido el año, será cercana al 10%.

Según Claudia Herrera “el mayor objetivo es establecerme con amplitud en el área de la ferretería en Santiago.”

Respecto a poder ampliarse en más puntos de venta u otro tipo de expansión, por ahora la empresaria lo descarta por dos razones: el mercado no está todavía tan estable y porque siguen aprendiendo del rubro de la ferretería el cual si bien no es del todo ajeno sí, señala, es “muy diferente a lo que nosotros hacíamos”.